Primera incursión de la Guardia de las Noches.

Una silueta aparecio tras una esquina contraria al parque de Karakura.
Los gatos comenzaron a gruñir con gran escandalo mientras el extraño individuo comenzaba paulatinamente a liberar su energia espiritual.
Tras caminar unos segundos se detuvo a observar las dos siluetas que se posicionaban en el pavimento y con algo de espanto miro los cuerpos sin alma tirados por el suelo de la calle.
Sus manos continuaban en los bolsillos de su pantalones y con un gesto displicente se coloco de un salto por sobre la altura de los Arrancares.

Senti la fuerza espiritual de un pequeño grupo de arrancars, llegue ahi con un shumpo. Me mantube en lo alto de un edificio en silencio obsevando la destruccion del grupo de Arrancar sin inmutarme. Entoces caminando por una de las cellejuelas llego un Shinagani...no su reatsu era muy oscuro para el de ser el de un simple shinigami. Me mantunbe oculto a la espera, y por decidir si intevenir.

[OFF: Sublíder Vizard y Líder Bound, madre mia, que no son Espadas xD. Y por cierto Ken, estan caminando por la calle no en el cielo.]

Los Arrancar sintieron la energía despues de sus hollow-mascotas, no obstante los felinos tenían algo del instinto animal que antaño fueron. Miraron al individuo de arriba abajo, se mostraba confiado, pero pronto le bajarían los humos. Ambos guerreros desenvainaron sus zampakutoh y apuntaron con ellas al individuo ante ellos al tiempo que gritaban a la vez.

-¡A por él!
-¡A por él!

Los ojos de los gatos brillaron ante el festín que tenían delante, era más poderoso que un humano normal. El tigre se relamió las babas que caían de sus fauces antes de salir corriendo a por su presa, atacándola por el flanco izquierdo; mientras que el león lo hizo por el derecho.

[OFF de nuevo: son simples Hollows, más fuertes de lo normal pero no llegan a Gillian.]

Beretta siempre con la cabeza gacha no se inmuto al oir el comentario de ambos arrancares que de improviso soltaron las cadenas de sus mascotas.
Al ver como las criaturas se abalanzaban hacia él desde sus costados, Beretta alzo ambas manos y con cada una sostuvo a ambos felinos desde la quijada mientras que alzando su cabeza hacia los arrancares aparecio una mascara de Hollow en su rostro.
-Cero.-
Desde ambas manos se desprendio una enorme rafaga de luz azulada que sin remedio iria hacia la cabeza de ambas criaturas.
Sin quitarle la vista a los arrancares Beretta comenzo a sonreir maliciosamente mientras su mascara se deformaba segun su rostro.

Sonrei, me limite a mirar. las dos bestias se habial lanzado contra el shinigami, el cual habia invocado una...¿Eso era una mascara?...una mascara de Hollow.
-Cero- dijo el Vizard, yo me limite a sonreir viendo ese espectaculo.

Ryusei llego al lado oeste de la ciudad, donde habia sentido la presion espiritual de varias 'personas'. Oculto su reiatsu para que los miembros del grupo no lo pudieran sentir y se quedo a observar la situacion desde arriba de la copa de un arbol.

"No creo que me necesiten alli, pero mirar lo que ocurre va a ser mas divertido que estar solo en la tienda..."

La luz del letal cero brilló por toda la calle, despues, todo se quedó en silencio por segundos. Los 2 cuerpos de las bestias cayeron sobre el suelo, despojados de sus cabezas, que habían sido literalmente reventadas por el ataque. Los Arrancar dieron un paso hacia atrás, temerosos de aquel poderoso enemigo.

-No sabes lo que has hecho ¡Shizumaru-sama vendrá y te destrozará! Date por muerto.

El segundo Arrancar había abierto una garganta por la que volvieron a su morada de Hueco Mundo, dejando tras sí una desoladora imagen de cuerpos inertes sobre la calle.

La mascara desaparecio en el aire mientras los extraños sujetos desaparecian.
"Shi-zu-ma-ru..."
Levantando una ceja volvio hacia atras y escucho una voz familiar... era... no puede ser... Raiken.
Recordaba al anciano Raiken (anciano, claro, era mas de doscientos años mayor que Beretta pero aparentaba mucho menos) a la perfeccion, su haori y la insignia del decimo escuadron en su espalda... era una de las tantas cosas que jamas olvidaria de la sociedad de las almas.
-Ehm?... yo?.- Dijo mientras se apuntaba a si mismo con su dedo indice. -Creo que te has equivocado de persona, jovenzuelo.-
Tras estas palabras volvio a colocar su capucha por sobre su cabeza y con las manos por sobre los bolsillos de su chaqueta comenzo a caminar hacia los cuerpos desalmados.
Uno por uno comenzo a levantarlos por sobre sus hombros y tras colocar a los primeros diez por sobre una muralla saco un pequeño telefono celular de su bolsillo izquierdo.
-Si?, hola, ehm.. algo raro ocurrio aqui en la zona oeste de Karakura... si... alrededor de veinte... bueno aqui esperare.-
La ambulancia no tardaria en llegar.

-no puede ser que no seas tu!- obsecionado por saber si era o no realmente. -bueno, si no eres disculpa... cual es tu nombre. Veo que acabas de matar arrancar, eso no cualquiera lo hace jeje- "su raietsu es igual"

se queda mirandolo igual que antes

Mientras colgaba el telefono escucho el comentario del sujeto y un extraño escalofrio surco por su espalda.
-Dices mi nom.. bre?.- Titubeo por un segundo.
"Dios, de seguro ya sabe que soy yo, cuantas veces tengo que repetirmelo, no liberes tu reiatsu en publico!"
-Mme.. llamo, estem.. si!, me llamo Bartolo Belmont.- Dijo sin pensar mientras recordaba la marca de sus cigarrillos.
-Asi es, Bartolo Belmont, ese es mi nombre, Belmont.-
Su rostro transpiraba mientras temia que le descubriera, quien sabe, quizas podria delatarlo e incluso traer toda una division para detenerlo.
-Lo, lo... que acabas de ver estem.. es la habilidad de mi ... estem... Zamapakutoh.. si! de mi Zamapkutoh.- Dijo mientras alzaba su Zampakutoh con su mano derecha.
-Esta preciosura no falla.-

-asi que tu zampaktoh eh?-
se acerca -y de donde dices que sacaste tu zampaktoh? señor "Belmont"?- lo dice y le aarra el hombro con la mano -los unicos que tienen zampaktos son shinigamis o arrancars-

"Me cagó."
-Estem... - Dijo mientras tragaba algo de saliva y pensaba por un minuto que decir.
-Te me estas acercando mucho, no?.- Lo primero que pensó en ese minuto y de inmediato lo dijo.
-Todo tiene su explicación razonable.-
-Estem... esta Zampakutoh la tengo porque...- "¡¿Que quieres que te diga?!¿Que soy un fugitivo de la sociedad de las almas?¿Que mi Zampakutoh me la regala..."
-Esta Zampakutoh me la han regalado.- Dijo confiadamente mientras le movia la mano de su hombro y con un gesto serio le miró.
-Ya, dejame en paz, de seguro solo sos un Shinigami de bajo rango, por eso no me conoces, todos al oir mi nombre se asustan en la sociedad de las almas, Bartolo Belmont.-
Sabia que con ese comentario el se ofuscaria y quisas le diera tiempo de salir de aquella incomoda situacion.

-que raro- le saca la mano de ensima. - pues quien es el que te regaló la zampaktoh? si no sabes el nombre solo di como era- lo mira con picardia - y quien te entrenó?-

El telefono empezo a sonar y Beretta con una sonrisa en el rostro lo contesto de inmediato evadiendo el comentario de Raiken.
-Si?, hola, como va?, todo bien...- Y comenzó a charlar sabiendo que lo que realmente habia sonado era la alarma del celular marcada a las 17:00 de la tarde.
-Hey, niño.- Le dijo a Raiken -Creo que deberemos dejar nuestra conversación para otra oportunidad.-
Una sonrisa se marco en su rostro, lo habia conseguido.
A lo lejos se escuchaba el sonido de la ambulancia, no tardaria en llegar y Beretta aun cargaba con el Gigai puesto.
"Dios, debo salir de aqui antes de que me interroguen..."
De un Shunpo comenzo a correr rumbo a la plaza de Karakura.

Me fui de ese lugar.