Lo joven muchacha podia sentir que algo se acercaba a no muy lejos.
Era algo... oscuro.
-Tu eres... Delponsinko.- Dijo Beretta mientras desenvainaba su Zampakutoh y liberaba suficiente reiatsu como para acalambrar los musculos de su cuerpo.
-Beret...Beretta Kenpachi!.- Grito al cielo mientras no se podia mover y con un movimient de dedos la pobre shinigami yacia tendida en el suelo.
-Calambres y algo de corriente... no te moveras en 2 días.- Le dijo con cierto desprecio mientras recogia la Zampakutoh de la muchacha desde el suelo.
-De momento esto no te servira.- Y con estas palabras golpeo tan duramente la espada que en mil pedazos quedo esparcida por el suelo.
-Asi, no esperaremos milagros.-
Luego de esto continuo caminando tras la puerta mientras su cabella se movia con la fuerte ventizca.
-Esco... Escoria Traidora.-